domingo, 29 de enero de 2017

Sóller

Esta tapa ha sido vista en la localidad de Sóller, situada en un valle de la Serra de Tramuntana, en la isla de Mallorca. Se puede apreciar el escudo de la ciudad, representado por un sol sostenido por dos leones.




Cerca de la ciudad se han encontrado vestigios de la Cultura Talayótica, que se remontan a una época comprendida entre el 5200 a.C. y el 2700 a.C. En el Museo de Mallorca hay tres estatuas de bronce encontradas en la Roca Roja de una divinidad bélica de la prehistoria balear.


El 11 de mayo de 1561, una coalición de corsarios argelinos comandados por Otxali y Iusuf-Arrais formaron una escuadra muy potente con veintidós galeones para atacar Mallorca. Esta armada, antes de llegar a la isla, se detuvo en Ibiza para proveerse de agua. Esto hizo que los mallorquines recibieran el aviso de que el ataque empezaría en Sóller, por lo que el capitán general de Mallorca, Guillem de Rocafull, envió un aviso al capitán de Sóller, Joan Angelats, y a Buñola, Santa Maria, y Alaró para que ayudasen a defender la ciudad.

Los mallorquines salieron hacia el camp de s'Oca, en dirección al puerto de Sóller, donde desembarcaron unos 1600 soldados sin que los guardias de tierra se diesen cuenta. Los invasores se dividieron en dos grupos: uno fue directamente al puerto de Sóller y el otro, atacó la ciudad por el norte dando un rodeo y obteniendo un gran botín. Los Sollerics, que habían salido hacia el puerto, se encontraron en medio de dos frentes, decidiendo atacar al que se encontraba en el puerto. Una vez retomado, esperaron a que el otro frente llegase con el botín, formado por mujeres y niños que querían utilizar como esclavos, para atacarles. Cuando los corsarios se sintieron en peligro mataron a muchos prisioneros, por lo que fueron perseguidos por los Sollerics hasta los acantilados. Hay dos hechos a remarcar en la historia: las valientes mujeres de Can Tamany que liquidaron con engaños a los piratas y una partida de bandoleros que hizo un gran daño a las filas sarracenas, por lo que fueron perdonados posteriormente por el Rey Felipe II.

Debido a los corsarios, a partir del siglo XVI se construyó la Torre Picada y el Castillo del Puerto de Sóller. También se fortificó parte de la ciudad, aunque actualmente sólo queda un trozo de muralla junto a la iglesia parroquial.

Para recordar esta batalla se celebra la fiesta de El Firó, la más importante y más conocida de esta localidad. En agosto se celebra también la fiesta de San Bartolomé, dedicada al patrón de la ciudad, con un espectáculo de fuego llamado correfoc en el que el infierno toma la tierra. Los demonios del grupo local Esclatabutzes invaden la plaza de la constitución del pueblo después de un espectáculo de introducción. La fiesta acaba con el correaigua, donde los bomberos locales y miembros del grupo refrescan con agua a los asistentes que lo deseen.

A esta fiesta de San Bartolomé asistí con mi mujer, y la verdad es que es muy divertida e interesante. Sobretodo si disfrutas de la ciudad durante el día, y tomas unas tapas típicas de las baleares en la plaza para cenar. Las terrazas de los bares se distribuyen de forma que permiten el tránsito de turistas, y del Tranvía de Sóller. Fue inaugurado el 4 de octubre de 1913 y une el puerto marítimo con la ciudad, circulando por las céntricas calles y cruzando campos de cítricos.



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